El sábado 3 de agosto, Quintana del Marco celebró la Fiesta Sacramental, que, hasta finales del siglo pasado, se conmemoraba durante El Corpus. Sin embargo, con el objetivo de atraer a un mayor número de visitantes, se decidió trasladar la festividad al mes de agosto.
En los últimos años, se ha recuperado la tradición de colocar altares en las calles por donde pasa la procesión. Antiguamente, estos altares servían para bendecir a los niños; actualmente, se utilizan para realizar paradas de oración.
Estos altares están decorados con telas antiguas, como colchas de estameña confeccionadas en telares caseros, colchas de sedina, sábanas y manteles de hilo. También incluyen cuadros e imágenes religiosas de devoción, así como otros adornos, como jarras, espigas de trigo, motivos eucarísticos, flores y plantas, entre otros.
La custodia del Santísimo y la cruz parroquial son las dos alhajas de plata más importantes del pueblo, ambas de estilo renacentista del siglo XVI.
Durante la procesión, los niños que han tomado su Primera Comunión lanzan flores, y otros jóvenes se encargan de llevar el pendón, que destaca durante el recorrido, a pesar del cableado que dificulta su paso. La nota musical de la celebración fue aportada por las gaitas del grupo Aires de Perales.
Por la tarde, se llevaron a cabo torneos de cartas, fútbol y otras actividades. Por la noche, hubo un baile y un concurso de disfraces para dar por finalizada esta Fiesta Sacramental en Quintana del Marco.
