El Destacamento de Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil de León ha incautado en la provincia cerca de 178 kilos de picadura de tabaco ilegal, elaborando por ello un total de 59 actas de denuncia en varias inspecciones de paquetería y mercancías enviadas entre particulares en conformidad con la Ley 16/1987, de 30 de julio, de Ordenación de los Transportes Terrestres durante el año 2024.
Tales envíos habían sido realizados a través de diferentes agencias de paquetería, careciendo la mercancía en todas ellas de precintas oficiales y marcas fiscales, así como suponiendo un riesgo para la salud de los consumidores por el origen y trazabilidad desconocido del tabaco, no estando sujeto a ningún tipo de control sanitario.
Las incautaciones realizadas de la picadura de tabaco se hallaban dispuestas en envases aproximados de un kilogramo de peso cada uno, encontrándose los mismos envasados al vacío en bolsas termoselladas.
Legislación infringida:
Esta forma de venta de picadura de tabaco constituye una infracción a la Ley Orgánica 12/1995, de 12 de diciembre, de Represión del Contrabando relacionado con las operaciones de importación, exportación, tenencia, circulación o rehabilitación de géneros estancados o prohibidos, sin cumplir los requisitos establecidos en la Ley, con una sanción mínima de 2.000 €/Kg de picadura de tabaco de contrabando, lo que equivaldría a un precio total sancionable aproximado en valor de mercado de 356.000 €.
Destacamento Fiscal y de Fronteras:
El Destacamento Fiscal y de Fronteras tiene encomendadas las misiones de prevenir, perseguir y descubrir los delitos e infracciones de contrabando y fraude, velar por el cumplimiento de la normativa fiscal, aduanera y en materia de impuestos especiales en el territorio de su actuación y en los puertos, fiscalizar la circulación de las mercancías y despacho aduanero en aquellos recintos en donde no exista presencia permanente de una Unidad del Resguardo, así como localizar aeródromos y campos de vuelo, registrando y controlando sus usuarios y aeronaves.-
Entre sus principales cometidos figuran la inspección de los establecimientos relacionados con la venta de tabaco, estancos y puntos de venta con recargo, así como de las empresas explotadoras de máquinas de tabacos de su demarcación y el control del desvío ilícito de productos del cultivo de tabaco con fines lucrativos o comerciales.