La Casa de la Poesía de La Bañeza acogió este viernes, 3 de enero, a las 20:30 horas, la presentación del nuevo poemario del escritor bañezano Jorge G. Castrillejo, titulado Girasol en llamas. Este evento forma parte de la constante apuesta de este espacio cultural por dar vida a la poesía.
Durante el acto, Castrillejo leyó algunos de sus poemas, compartiendo su visión personal sobre la escritura: “Yo escribo porque vivo y es la forma que tengo de concebir el mundo. Es mi historia y la forma en que he decidido vivirla. No haberlo escrito sería traicionar a quien soy”. Acompañado por una amiga que le dedicó unas emotivas palabras, el autor expresó su gratitud hacia quienes le han apoyado en este camino.
Cuando se le preguntó por su parte favorita del libro, destacó el capítulo central, donde refleja el lugar y la hora en que fue escrito, como una suerte de encuentro consigo mismo. “La inspiración ha estado en palabras, gestos o miradas de personas que han compartido momentos conmigo”, añadió.
Aunque La Bañeza ocupa un lugar destacado en el poemario, muchos de los poemas nacieron en escenarios tan diversos como Madrid o Berlín, capturando las emociones y vivencias de cada instante.
Antonio Colinas, poeta reconocido y figura clave en la literatura, estuvo presente y elogió la obra y la valentía de Jorge G. Castrillejo. “Es un honor para todos que haya presentado su poesía en la Casa de la Poesía, un centro de poesía viva”, afirmó, animando a los asistentes a seguir promoviendo este tipo de iniciativas.
El autor cerró el evento visiblemente emocionado, agradeciendo a su familia, al Ayuntamiento de La Bañeza, a Colinas y a quienes le han apoyado en la publicación de Girasol en llamas. “No he sido consciente de todo lo plasmado en el libro hasta que ha salido a la luz. He sido bastante kamikaze, pero cosas que me dolían antes, después de haberlas plasmado, ya no son solo mías, sino compartidas”, confesó.
Concluyó con una reflexión inspiradora: “La última frase de ‘Volver a empezar’ me sirve para darme cuenta de que, igual que lo hice una vez, puedo volver a hacerlo mil veces más”.
Para finalizar el acto, el autor firmó los ejemplares de los allí presentes recibiendo mucho cariño por su parte.
La velada dejó en el aire un mensaje claro: la literatura bañezana sigue creciendo, gracias al esfuerzo de escritores y espacios como la Casa de la Poesía, que convierten los versos en una realidad viva.