El presidente del Ejecutivo autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, ha presentado hoy en Valladolid la Estrategia de Salud Mental de Castilla y León 2024-2030, que incluye una hoja de ruta diseñada por la Junta de Castilla y León para ofrecer a los pacientes una atención más eficaz y de calidad. El objetivo es dotar a la Comunidad de una red de salud mental a la vanguardia, en el marco de uno de los mejores sistemas de salud de España.
Esta estrategia contempla más de 200 acciones, en torno a 7 líneas esenciales y cinco grandes líneas transversales, que giran en torno a la humanización, prevención, coordinación, digitalización, formación e investigación. Además, para prevenir las conductas de autolesión o suicidas, el Gobierno autonómico ya ha creado redes eficaces en las que participan los servicios sanitarios, educativos y sociales.
Entre otras medidas, con esta estrategia se acercará a los profesionales de salud mental a los centros de salud, con el objetivo de reforzar este ámbito dentro de la Atención Primaria.
Del mismo modo, ya se ha puesto en marcha una red de casi 1.300 orientadores en los centros educativos, dirigidos a niños y adolescentes, para quienes también se crearán nuevas unidades hospitalarias especializadas. Asimismo, los profesionales de Servicios Sociales también estarán para detectar casos en diferentes ámbitos, como por ejemplo en los campamentos de verano.
Por otro lado, aumentarán los servicios de salud mental para las personas mayores, que se reforzarán con consultas de psicogeriatría o incluso unidades específicas para optimizar tratamientos y realizar el seguimiento de casos complejos. Además, este mismo año comenzarán a ponerse en marcha las unidades multidisciplinares contra el deterioro cognitivo, que se irán completando a lo largo de la vigencia de la Estrategia.
Asimismo, a partir de este año, la Junta acercará a los centros de salud rurales la atención a la salud mental, a través de medidas como el incremento de la dotación de psicólogos clínicos en las 11 áreas de salud de la Comunidad.
En el ámbito de la atención hospitalaria, se potenciará el trabajo de la red de hospitales de día y los programas de hospitalización parcial que funcionan en todas las provincias.
En lo que se refiere a infraestructuras sanitarias, además de los nuevos hospitales de día en Salamanca, León y Burgos, el Gobierno autonómico creará unidades de hospitalización específicas, que cubrirán las necesidades de las 9 provincias.
De esta manera, en 2025 estará operativa en Salamanca una unidad con especial atención a la patología dual con adicciones; en León, se pondrá en funcionamiento una unidad para patología dual por discapacidad intelectual o trastornos del neurodesarrollo; y Burgos dispondrá de una nueva unidad infantojuvenil para trastornos de la conducta alimentaria y, al igual que Valladolid, dispondrá de programas de hospitalización a domicilio infanto-juvenil, pioneros a nivel nacional.
A su vez, la Junta de Castilla y León implantará programas de atención perinatal a mujeres con trastorno mental y creará la figura del `referente en violencia de género´ para reforzar la asistencia a mujeres que sufren la violencia machista
Finalmente, Fernández Mañueco ha destacado que todas estas medidas garantizarán una atención cada vez más humanizada, que permita proteger a las personas con actuaciones encaminadas a conseguir el respeto a sus derechos y la erradicación de este estigma.
Líneas de actuación de la Estrategia de Salud Mental
La Estrategia de Salud Mental de Castilla y León se centra en tres líneas principales. La primera es la humanización, que busca respetar los derechos de los usuarios, tanto de los pacientes como de sus familias, y erradicar el estigma asociado a los trastornos mentales. Esta línea sigue los objetivos del Plan de Humanización en Salud Mental de la Comunidad, implementando medidas específicas para garantizar un trato digno y respetuoso.
La segunda línea es la promoción de la salud mental y la prevención de la enfermedad. Se basa en la idea de que la mejor manera de combatir los trastornos mentales es prevenir su aparición. Las actividades preventivas se adaptan a los diferentes niveles de riesgo de las personas y cuentan con la participación de medios de comunicación y profesionales que tienen contacto directo con personas en riesgo. Un ejemplo destacado es la Red de Enlace de Prevención de las Conductas Suicidas Infantojuveniles, que facilita la detección precoz de riesgos.
La tercera línea se centra en la coordinación y la continuidad asistencial. Esto implica acercar progresivamente la atención al entorno del paciente, como su domicilio y centro de salud, para lograr una intervención más temprana y efectiva. El modelo comunitario de atención a la salud mental requiere recursos intermedios, como los hospitales de día de salud mental, que permiten a los pacientes permanecer en su entorno sociofamiliar y recibir una atención intensiva y flexible.
Además, la Estrategia incluye medidas innovadoras, como la apertura de unidades destinadas a la población infanto-juvenil, para tratar la enfermedad sin separar al paciente de su entorno social y familiar. La digitalización es fundamental para alcanzar los objetivos de la Estrategia, facilitando la equidad en la atención a través de nuevas tecnologías. Por ejemplo, las relacionadas con la telepresencia, que mejoran la coordinación entre niveles asistenciales y permiten la atención directa en situaciones de urgencia.
Finalmente, la Estrategia promueve la formación y la capacidad investigadora, dotando a los profesionales y ciudadanos de herramientas para identificar y actuar ante situaciones de riesgo. Esto resulta esencial para erradicar el estigma y facilitar el abordaje de trastornos mentales.
Para todo ello, la Junta de Castilla y León cuenta con la colaboración esencial del Tercer Sector Social, con el que siempre se ha trabajado, tanto para el establecimiento de prioridades como en la difusión social de estas iniciativas.