Un año más, las mascotas recibieron la bendición de San Antón en la plazoleta de la Iglesia de El Salvador, tras la celebración de la misa. El párroco oficiante otorgó su bendición a una variada representación del reino animal, donde abundaban perros, gatos y tortugas, aunque la gran sensación del día fue una cabra que captó la atención de los asistentes.
Como es costumbre, la Cofradía de San Antón de La Bañeza entregó golosinas tanto para los niños como para sus mascotas. Sin embargo, este año hubo un cambio notable: en el tradicional carro ya no estuvo presente el cerdo debido a la Ley de Protección Animal. En su lugar, se exhibieron los productos destinados al sorteo, acompañados por pizarras con la inscripción: «Se llamaba Cazurro».
Según la tradición, San Antón descubrió la sabiduría y el amor divino a través de los animales, razón por la cual se mantiene la costumbre de bendecirlos, junto con las plantas. La ceremonia concluyó con la oración de bendición: «Dios bendiga a este animal, así como a su dueño, y San Antonio le proteja».
El evento estuvo amenizado por la música de Bañezaina, cuyos sones alegraron la mañana y resonaron por varias calles de la ciudad, acompañando esta entrañable celebración.
