Un guardia civil destinado en el Puesto de Briviesca (Burgos) que se encontraba libre de servicio ha auxiliado a una persona que sufrió un atragantamiento severo en un establecimiento hostelero de León.
Los hechos ocurrieron cuando varios clientes comenzaron a mostrar signos de alarma al observar que una persona se llevaba las manos al cuello, presentando una seria dificultad respiratoria, han informado a Europa Press fuentes de la Guardia Civil.
Ante la evidente situación de riesgo vital, el agente, que se encontraba en el local mientras disfrutaba de sus días de permiso, reaccionó «instintiva e inmediatamente», se levantó y acudió al lugar.
Al confirmar que se trataba de un atragantamiento con obstrucción grave de la vía aérea, se situó tras la víctima y le aplicó la maniobra de Heimlich, técnica que consiste en realizar compresiones abdominales rápidas y firmes para generar presión en el diafragma y expulsar el objeto que impide la respiración.
Tras varios intentos, el afectado logró expulsar un trozo de alimento que se había alojado en su tráquea, recuperando la respiración y evitando así consecuencias potencialmente fatales.
La Guardia Civil ha señalado que la actuación del agente destaca por su «rapidez, seguridad y precisión», especialmente relevante al encontrarse fuera de servicio, en un contexto ajeno a su actividad y sin apoyo inmediato de medios sanitarios.
«Fue la primera persona en reaccionar, demostrando una extraordinaria capacidad de respuesta en una situación de urgencia en la que cada segundo cuenta», ha agregado la Benemérita, que ha apuntado que con su acción ha puesto de manifiesto los valores esenciales que identifican al Cuerpo desde su fundación como son el «auxilio, valentía, vocación de servicio y compromiso permanente con la protección de las personas».







