La Bañeza celebró esta mañana la festividad de Santa Cecilia, patrona de los músicos, de la mano del Grupo Musical Bañezaina, que llenó de sonido y color las calles de la ciudad con una jornada marcada por la emoción, el folklore y los reconocimientos.
El día arrancó con un pasacalles musical que recorrió varias calles de la ciudad y que hizo una parada especial en la plaza de la iglesia del Salvador, donde los integrantes del grupo ofrecieron un breve concierto coincidiendo con la salida de la misa. Tras ello, la comitiva se dirigió a la Plaza Mayor, escenario del acto central de la celebración.
Allí tuvo lugar la entrega del Premio “XI Bañezaino de Honor” 2025, que este año ha recaído en la Asociación Cultural “Surcos del Órbigo”, un reconocimiento a la intensa labor que esta entidad desarrolla desde su fundación en 2014. La asociación, dedicada a la recuperación, enseñanza y difusión de la música, las costumbres y los trajes tradicionales de la provincia, ha impulsado numerosos proyectos: actuaciones musicales, bailes, conferencias, cursos y actividades folclóricas que mantienen vivo el patrimonio cultural leonés, especialmente en la zona del Órbigo.
La jornada estuvo marcada también por las novedades dentro del propio grupo, que presentó a un nuevo integrante de apenas 8 años, ejemplo de la savia nueva que impulsa el futuro del folklore. La madrina de honor de este año fue Felicidad Ballesteros, integrante de Son de Los Valles, cuyo grupo también quiso acompañar este día tan especial.
Durante el acto, Bañezaina entregó flores a la madrina y el galardón al representante de Surcos del Órbigo, quien agradeció emocionado el reconocimiento y reivindicó la importancia de seguir luchando por la cultura y las tradiciones.
Música, bailes y un ambiente festivo protagonizaron la mañana, en la que la lluvia dio una tregua, permitiendo disfrutar plenamente de esta cita que combina emoción, tradición y convivencia.
La celebración culminó con una comida de hermandad en un restaurante de la localidad, donde no faltaron las sorpresas y el buen ambiente que, año tras año, convierten esta festividad en un encuentro imprescindible para los amantes de la cultura tradicional.

















